LA IDENTIDAD CULTURAL ARGENTINA
Los orígenes de nuestra cultura
Nuestra cultura es mestiza. Mestizo significa que es producto de una mezcla, cruza, combinación. Es mestiza por muchos motivos, no sólo por ser amalgama de español e indígena. A continuación, detallaremos algunas de esas razones.
Por un lado, no existe en nuestro país una sola cultura de pueblo originario, sino muchos. En relación a la denominación que por mucho tiempo se denominó a los pobladores de las tierras americanas como la palabra indio, se debió al producto de varios equívocos. Uno de ellos, fue mal aplicada por los españoles para designar a los pueblos aborígenes americanos, pensando que habían arribado a "Las Indias". El segundo error fue que los colonizadores englobaron, con la palabra indio, una multiplicidad de culturas, con lo cual las desconocieron y negaron la riqueza de cada una de ellas. Los latinoamericanos tenemos, dentro de nuestro patrimonio, esa herencia cultural de distintas civilizaciones americanas que han sobrevivido, mezclándose muchas veces entre sí, entre otras cosas por causa de la misma conquista que trasladó poblaciones para trabajar en las minas o radicó forzosamente a pueblos que resistieron a la dominación española. Por ejemplo, la palabra "pampa" es de origen quechua, porque los conquistadores que vinieron desde el norte tuvieron como guías (forzados) a aborígenes de nuestro norte, que conocían el quichua porque antes había sido dominados por el imperio Incaico. "Pampa" quiere decir llanura. "China", como se llamaba a la mujer del gaucho -despreciado por los dominadores como producto indómito de vertientes española e indígena- en quechua significa "mujer del pueblo", posteriormente significó "criada doméstica", "nodriza" y "concubina".
Nuestra cultura es mestiza también por los aportes africanos: cuando los europeos llegaron a América, con ellos trajeron numerosos grupos de cautivos de ese origen. Esclavizados a miles de kilómetros de sus hogares, estos trabajadores forzosos trasplantaron a estas tierras jirones de sus culturas. Acá se reunieron por naciones de origen y crearon una cultura nueva, la afroamericana, que también se mestizando en América Latina con la criolla.
El tango, tan profundamente rioplatense, es un producto de ese mestizaje cultural. Si no nos vemos con rasgos africanos es porque muchos esclavos fueron inmolados en las guerras por la independencia, como carne de cañón: los esclavos fueron reclutados en los ejércitos para luchar contra los españoles. Al no existir una economía de plantación como en otros países americanos, no se siguieron "importando"esclavos, cumpliendo un trato con la Inglaterra liberal del siglo XIX. Las enfermedades, que siempre se ensañan con los sectores más humildes y peor alimentados, y el mestizaje, hicieron el resto. Sin embargo, la herencia cultural se va trasladando durante siglos y milenios -es la condición de la humanidad- y muchos usan, entre otras, la palabra "quilombo"(en un sentido diferente al original, por supuesto) sin saber que están utilizando un vocablo africano.
También la esclavitud en América del Norte (EE.UU.) dejó fuertes huellas culturales en la música: el blues, el canto o lamento de los esclavos negros en las plantaciones de algodón, o la música sacra (espiritual) de las iglesias protestantes negras.
Asimismo, nuestra cultura es mestiza por los distintos aportes europeos. La clase dirigente de esta nación criolla que se estaba formando a mediados del siglo XIX creyó que el futuro sería más promisorio si nos parecíamos más a los europeos, si los incorporábamos a ellos para que nos transplantaran su cultura y su industria. Y por eso se los convocó a que poblaran el suelo argentino.
Nuestro país recibió muchísima inmigración europea, de distintos orígenes: gente con distintos credos o con ninguno, y portadores de diferentes ideologías políticas, muchas de las cuales no fueron del agrado de las oligarquías. Los socialistas, anarquistas y luego los comunistas europeos debían ser echados del país si seguían manteniendo sus ideales y los trataban de poner en práctica amenazando el orden social.
Gran parte de los argentinos tenemos por lo menos un abuelo italiano; uno más de los tantos que vinieron a "hacer la América", y representan el mayor grupo inmigratorio que arribó al país. Muchos genoveses se radicaron en el barrio porteño de La Boca, a cuyo club de fútbol le quedó "xeneize -palabra que significa "genovés"en su dialécto-. Los dialectos italianos se escuchaban en todas las esquinas porteñas y en los patios de los conventillos (inquilinatos), así como el "argentinísimo" saludo chau, además de adoptar la pizza, la pasta 'asciutta' y los vermicelli.
Muchos inmigrantes plantearon "problemas de asimilación cultural" (al modo de ver de las clases dirigentes) ya que tendían a conservar su identidad extranjera (y fundaron colectividades, sus propias escuelas y periódicos en su dialecto).
A principios de siglo, una corriente nacionalista rechazó el cosmopolitismo que acarreó el aporte inmigratorio y se propuso reforzar una identidad argentina. Es por eso que en 1917 comenzó a reivindicarse el aporte español a nuestra cultura, y se comienza a celebrar el 12 de octubre (aniversario de la llegada de Colón a América) como el "Día de la Raza". Era como decir: "aunque estén todos ustedes acá, los argentinos somos de origen español". De este modo, conscientemente o no, se estaba ignorando a una gran parte de la población, y especialmente a múltiples orígenes culturales de los argentinos.
Un tiempo después, para mejorar los lazos con las distintas colectividades extranjeras de nuestro país, estas fueron invitadas a participar de los festejos, con sus respectivos atuendos, músicas y comidas. Comenzaba a hablarse de nuestra cultura como un "crisol de razas".
Por otro lado, España, que nos legó entre muchas otras características culturales su idioma oficial, es también un país multicultural: desde tiempos inmemoriales, hubo distintas poblaciones en ese territorio con culturas diferenciadas (por ejemplo, los íberos que le dieron el nombre a su península, los árabes o moros, con mezclas del medio oriente y del norte africano, y los judíos, importantes colaboradores en la Corte de Alfonso el Sabio en el siglo XIII). Actualmente podemos observar las múltiples identidades que existen dentro del Estado español: vascos, catalanes, gallegos, andaluces, castellanos, que nos legaron también aportes diferentes. Una vez llegados a América, no tuvieron problemas para mezclarse, aunque no dudaron en establecer diferencias sociales y culturales para mantener su poder. Su presencia masiva en este continente constituyó un factor de homogeneización.
El concepto de "raza"
Debemos aclarar conceptos erróneos: no existe una "raza española", así como tampoco hay una "raza anglosajona", una "raza germana", una "raza negra" o una "raza amarilla". Estas diferenciaciones se pueden hacer por el origen del idioma, por el color de la piel, por la forma de los ojos, pero constituyen variaciones culturales y/o externas de una misma raza, que es la humana. Según las investigaciones de la ciencia en la segunda mitad del siglo XX, y tal como lo ha admitido la UNESCO en 1967 y 1981, no existen diferenciaciones genéticas suficientes entre hombres de distinto aspecto como para agruparlos en diferentes razas, lo que determina que no hay ningún argumento biológico científico para afirmar la existencia de diversas razas. Por consiguiente, todos los diferentes hombres y mujeres que pueblan este planeta pertenecen a la misma raza humana. Pervive, sin embargo, la tradición lingüística que sigue hablando de razas al hablar de etnias, religiones, culturas, idiomas, pese a que el racismo tuvo origen generalmente en las condiciones creadas por la conquista y en el deseo de justificar la dominación de un grupo por otro.
La civilización "occidental"
Occidente u "oeste" es un punto cardinal que, como tal, hace referncia al lugar desde donde se habla. Sin embargo, cuando se habla de civilización occidental no se está haciendo mención a esto, sino que se utilizó históricamente con distintos significados.
Cuando, a fines del siglo III después de Cristo, el Imperio Romano se dividió en dos regiones, Oriente y Occidente, la línea divisoria caía en lo que hoy es el meridiano 18 al este de Greenwich, entre el Mar Adriático y el Mar Jónico. Con la caída de Roma bajo los "bárbaros", y la formación de los reinos germánicos en lo que antes era el Imperio Romano de Occidente, se fue diferenciando cada vez más la religión cristiana (que terminó dividiéndose en católica romana y en ortodoxa), y mezclandose con los rasgos de los nuevos pobladores. El Imperio Romano de Oriente, o Imperio Bizantino, continuó vigente diez siglos más. En esta época comienza a denominarse como orientales a todos los países al Este de Europa y occidentales a los nuevos reinos del oeste. Medio Oriente es el nombre que comúnmente se les da a los países no europeos situados en el Sudoeste de Asia y Noreste de África, y Lejano o Extremo Oriente a los países situados al Este asiático, como China, la región de Indochina, Indonesia, Japón, etc.
Cuando comenzó la Guerra Fría, después de la Segunda Guerra Mundial (1945), la palabra occidental se comenzó a utilizar con un sentido ideológico de oposición al comunismo, que en ese momento dominaba los países del Este europeo. Como desde esos gobiernos se fomentó una postura atea (según Marx, "la religión es el opio de los pueblos"), se reforzó la consigna anticomunista hablando de "civilización occidental y cristiana".
Actualmente se considera que el encuadramiento de nuestra cultura bajo ese rótulo es intolerante y excluyente: si lo aceptamos tal cual, estamos negando todos los otros aportes que a nuestra cultura han hecho otros pueblos, estamos impugnando la validez de otras religiones u otros pensamientos en nuestro acervo cultural, y nos estamos involucrando directamente con la visión del conquistador. Sin embargo, no podemos discutir el hecho de que la civilización occidental, debido a la acción de la expansión europea y actualmente norteamericana, y a la difusión de la tecnología y de los medios masivos de comunicación, tiene para nosotros una importancia fundamental dentro de las características de nuestra cultura.
GUÍA DE PREGUNTAS
1) Detalle todas las razones que explica el texto por las que se habla de mestizaje en la cultura argentina
2) ¿Cómo se denominan actualmente a los primeros habitantes de las tierras americanas? ¿A que se debió que se los reconociera como indios?
3) Colocar un nuevo título al texto.
4) Realizar una síntesis personal de toda la lectura. Esta no debe superar los diez renglones ni ser menor a seis.
5) Averiguar características de la cultura afroamericana (palabras, comidas, creencias, costumbres, ritos, prácticas culturales, vestimentas).
6) Describir en cuatro renglones cada una de las siguientes ideologías europeas: comunismo, anarquismo y socialismo.
7) ¿Por qué se denominó a nuestra cultura como "un crisol de razas"? ¿Por qué España también es considerado un país multicultural?
8) ¿Qué pasó con el concepto de "raza"?