LA NATURALIZACIÓN DE LOS FENÓMENOS SOCIALES
Todas las experiencias cotidianas son vividas como naturales, es decir pensadas como únicas e invariables,
como si así tuviera que ser necesariamente y no fueran susceptibles de
cambio, de modificación. Esta naturalización nos lleva a justificar
nuestra forma de actuar cotidianamente en la tradición (“siempre se hizo
así”), en la analogía (“todos lo hacen así”), en creencias
(aprehendidas en el ámbito familiar o social), en mitos, y cuando no se
encuentra explicación a algunos fenómenos, son atribuidos a causas
trascendentes o “mágicas”. O como dice Marqués (en su texto No es natural)
adjudicamos a la vida lo que pasa o nos pasa. “Así es la vida” decimos
ante algún acontecimiento inesperado o poco agradable. Esto se debe a
que la conciencia para actuar diariamente en los múltiples roles que
desempeña cada uno de nosotros (trabajador, hijo, padre, hermano,
deportista, conductor, integrante de una organización, miembro de un
club, practicante de una religión, afiliado a un partido, jefe, etc.) no
reflexiona, no indaga, actúa espontáneamente porque así lo exige la
cotidianidad, caso contrario (es decir si reflexionara sobre cada
fenómeno o actividad) no podría desarrollar su cotidianidad. Por la naturalización los hombres consideran sus acciones y creencias como naturales.
Cuando
nosotros todos los días al ir a nuestro trabajo o estudio, vemos en la
calle a canillitas, que son niños, vendiendo diarios, llegamos a
considerar ese hecho como natural porque lo vemos todos los días y
porque no nos paramos a reflexionar sobre el mismo. Sin
embargo si nos detenemos a pensar, a observar, a comparar, llegaremos a
la conclusión de que no es natural que un niño deambule por las calles a
altas horas de la noche o de la madrugada (que es cuando salen los
diarios), que trabaje en lugar de ir a la escuela o estar jugando, que
pase frío, hambre, peligros, que no haya alguien que atienda a sus
necesidades básicas (comida, vivienda, educación, esparcimiento, etc.).
Si seguimos reflexionando nos daremos cuenta que se está atentando
contra sus derechos como niño a tener una vivienda digna, contención y
afecto familiar, buena alimentación, etc. Es decir que percibiremos
diferencias con otros niños y desigualdades sociales, marginación,
exclusión. Lo que hacemos al considerar un hecho como natural cuando no
lo es, es lo que se denomina naturalización.
Cuando yo tomo el desayuno, como y tomo determinados alimentos, en
determinado lugar, con determinadas personas, a determinada hora, con
determinados utensilios, etc. lo natural de todo eso es sólo la ingesta
del alimento, lo demás es social. Lo que no es natural es social, es
decir adquirido. Los hechos naturales tienen como características que
son necesarios, inmodificables, definitivos. Necesarios, es decir que si
no se cumplen corre peligro la vida (comer, dormir, descansar, etc.).
Inmodificables, es decir que no los puedo cambiar, a lo sumo podré
postergarlos un tiempo. Definitivos, es decir que son así, no tienen
vuelta de hoja, están resueltos de esa forma. Si naturalizamos algún hecho que no es natural, que es social, quiere decir que le estamos adjudicando las características de un hecho natural. Si decimos que es natural
que haya pobres, estamos diciendo que es un hecho que lo marca la vida,
la naturaleza, que no lo podemos cambiar ni modificar ni evitar, por lo
tanto no me preocupo por tratar de mejorar esa situación. Si observamos
los hechos que se repiten diariamente en nuestra vida cotidiana,
veremos que a la mayoría de ellos los
naturalizamos. Pero desde el momento que tomamos conciencia de esa
naturalización que hacemos, y reflexionamos sobre ello, surgirá nuestro
deseo de conocer el hecho más profundamente, por qué se produce, cómo se
llegó a eso, a cuántas personas afecta, lo compararemos con lo que
ocurre en otros lugares, etc. De esas y de muchas otras preguntas que
nos haremos sobre ese fenómeno surgirá el conocimiento sociológico de
esa cuestión.
Si percibimos el fenómeno de naturalización, significa que distinguimos lo natural de lo social y que podemos, superando esa actitud acrítica, conformista o indiferente, analizar esa cotidianidad e introducirnos en el conocimiento científico de lo social, en el estudio de la sociología.
Naturalizar,
además de considerar ciertas situaciones que son “sociales” como
“naturales” quiere decir atribuir a algunas circunstancias de la vida
humana el carácter de definitivas, necesarias, inmodificables, determinadas por la voluntad de Dios, el destino, la suerte, etc.
(cualidades no aplicables a lo social) Estaríamos aceptando que todo
está determinado, y en consecuencia no tendrían sentido ni la ética, ni
la moral, ni la responsabilidad, ni el libre albedrío (o libertad). Como
seres humanos nos debatimos constantemente entre deseos contrapuestos,
queremos paz pero a la vez agredimos, ofendemos, rechazamos,
discriminamos, nos burlamos, menospreciamos, rechazamos la dominación,
pero simultáneamente deseamos dominar para sojuzgar o imponer nuestra
voluntad, ansiamos ser buenos y generosos pero sin sacrificio o esfuerzo
propios, todo lo cual nos hace pensar que para actuar debemos decidir a
cada instante entre nuestras contradicciones y aquí entran en juego
nuestras capacidades de libertad y de responsabilidad. Si
las situaciones sociales estuvieran predeterminadas, si fueran así sin
más (como ocurre con los hechos naturales), no tendrían sentido la ética
ni la moral los cuales son aspectos que nos obligan a elegir y decidir una conducta. La situación en la vida en sociedad no está pre-determinada ni es estática. Puede cambiar.
La sociedad en que vivimos (y cualquier otra sociedad) no
siempre fue así como la conocemos hoy, fue evolucionando, cambiando y
transformándose con la acción (individual o en grupos) de los hombres
que nos precedieron.
A
pesar de las múltiples limitaciones y condicionamientos sociales,
existen estructuras sociales que promueven dentro del margen de libertad
del individuo una acción social responsable y conforme a valores. Son
estructuras profundamente democráticas (no sólo formalmente
democráticas), solidarias, con individuos respetuosos del otro y en
búsqueda del bien común.
Lee el texto y realiza un mapa conceptual destacando las ideas más importantes.
2) Explica la relación entre la Alegoría de la caverna de Platón con el concepto de naturalización.
3) Escribe
una lista de 5 situaciones “naturalizadas” en la actualidad. ¿Qué
razones crees qué existen para dar por naturales dichas situaciones?
4) Elige una de esas situaciones y ubica las diferentes representaciones que aparece en la Alegoría de la caverna.
5) En
los videos 3 y 4 se muestran ejemplos de naturalización y cambio
social. Analiza cada uno de ellos a partir de los conceptos vertidos en
el texto. Explica en qué se ven reflejados. Realiza una conclusión
personal.